Aunque tu no lo sepas...

Riku se disponía a lanzar un penalti, le sudaban las manos, sentía escalofríos, todo se alteraba a su alrededor, gritos y más gritos, presión hacia su persona, cada vez sus palpitaciones se hacían infinitas, en medio de toda esa multitud, cuando de repente, sucedió, vio aquella chica, en medio de tanto grito y tanta gente, entonces pensó: es ella aquella chica, la chica que me ha detenido el tiempo para decirle que la quiero, que me da igual que nuestras familias esten enfrentadas, que me da igual que nadie lo comprenda, yo solo sé que es ella solo ella la chica que me ha robado el corazón. Entonces se dispuso a lanzar el penalti, el cual fallo, pero ya daba igual porque mientras todos se disponían a salir del estadio ella se quedó ahí mismo, donde por un momento todo se detuvo, y su sonrisa de inocencia, hizo que mis ojos brillaran como miles de constelaciones en una noche de verano. No se como voy a parar esto, pero me es igual, porque la quiero y ella me quiere y siempre aunque pasen mil años y mil guerras siempre la voy a querer. Entonces fue cuando comprendí que aquello no era un juego era amor y me hacia sentir mágico, único, me hacía sentir eso... que todo me daba igual,  menos ella...