Cosas que uno se guarda...


Idiota. “El profesor que me suspendió en Matemáticas, lo que me dice el espejo, el que va de listo, nombre de un Rock&Roll, mejor que hijo de puta, uno que yo me sé, el novio de mi novia, el futuro novio de mi hija, lo que nadie cree que es, lo que somos casi todos...


autobiografía    

A los catorce parece que fue ayer, el rey melchor se lo izo bien conmigo y me trajo por fin una play station, aquel niño rubio de baja estatura en lugar de empollar matemáticas teórica y practica,
mataba las horas frente al televisor con juegos de aventuras y fútbol FIFA, o lanzando con efecto balones a la portería como enfadado con el mundo.
Y el mundo lejos de sentirse aludido seguía girando que es lo suyo, sin importarle un carajo mi existencia...Y los espejos cabrones! En vez de consolarme con mentiras más o menos piadosas, me sostenían cruelmente la mirada....
Vivía en lugar que se llamaba Alza, algunas noches mientras mis padres dormían me daban las diez, las once las doce y la una, intentando ser un gran campeón del fútbol FIFA como Beckham o iniciándome en el furtivo arte de la masturbación, o suspirando por mi vecina una rubia de bote que suspiraba por un idiota moreno que tenia una bici de carreras y jugaba al baloncesto....
sólo se me ocurrían tres maneras de atraer su atención: triunfar en el fútbol, atracar un banco o suicidarme! Lo malo era que las tres exigían una sobre dosis de valor que yo, ay de mi! No poseía...
yo poseía mi play estation, mis botas de fútbol y un balón cada vez más desgastado...
Pero en los grandes cines de Garbera, echaban Lucía y el sexo y el viento fuerte de la brisa de la playa le descolocaba un pecho a Paz Vega, en aquella pantalla grande...
Y era domingo y no había clase...Y los niños, asombrados girábamos la cabeza una y otra vez para ver aquel pecho que todos con la boca abierta nos quedamos embobados...
y haciendo inventario...
quitando noches tristes en blanco y negro, de tantas rubias de bote que se van con morenos idiotas que juegan al baloncesto...
de tantas bocas adorables que nunca fueron mías, que nunca serán mías, aquellos espejos trajeron estas cicatrices, de aquellos partidos jugando al lado de Beckham, que nunca jugué..
pero no me quejo tengo amigos y memoria y risas y películas de Lucia y el sexo, y una mala salud de hierro, y una portería para lanzar balones con efecto, orgulloso como un ganador de canicas que farda, y de vez en cuando una rubia de bote me tira un beso desde el palco, aprovechando un despiste de su novio, ese idiota moreno que juega al baloncesto...

Comentarios

  1. ¡Qué chulo! ^^
    Lo de escribir se te da bien, y veo que llevas al día el blog (a mí me cuesta muchísimo...)
    En fin, un saludo!

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  2. Cuando me suele dar la neura jeje
    un saludo Arann ;)

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