Hasta las suelas de mis zapatos te echan de menos...

          
El año 2009 solo me trajo más que desgracias, como ya conté, la rotura de Dolores, solo me hacía sentirme culpable de lo sucedido, de buscarle solución alguna, no era nada comparado a lo que meses después me esperaba...
Era Junio y el calor ya empezaba a ser protagonista, el mal tiempo se acabaría, y el sol acompañaría
las playas, mientras lucía un brillante sol que obligaba a sentirse feliz, por el simple echo de que el verano ya estaba aquí. Mientras tanto mi verano mas bien, se transformo en un invierno triste y oscuro, nada me podía alegrar el día, solo las esperanzas, las estúpidas y ignorantes de volver a su lado, de una marcha atrás de.. aun te quiero y quiero estar contigo, era perder el tiempo, pero era inevitable no pensarlo.
Solo había dos cosas que podrían camuflarse entre la tristeza, para robarme una sonrisa... mi familia y
mis amigos, que a pesar de todo el tiempo de ausencia sin ellos, me sentía arropado, era uno de los consuelos, y sin embargo me hacía sentir mal que Dolores podría estar sola, sin ningún amigo a su lado, a pesar de todo, quería su felicidad, no existía el rencor alguno por ella, y permití que siguiera a mi lado, como una amiga más. Fue un gran error! nunca debí hacer eso, no puedes fingir amistad, viéndola con otros ojos. El limite llego, y no pude más ella ya tenia en su mente a otra persona, eso me derrumbo por completo, fue lo que necesitaba para olvidarla, y el momento en el que los vi, besandose como en su tiempo me besaba a mi, no me salen las palabras para expresar ese momento, solo diré que esa situación y una patada en los huevos, hace llorar a cualquiera. Desde ese momento me prometí a mi mismo que no volvería a sufrir más por ella, entonces fue cuando decidí borrarla de mi vida al menos durante un periodo de tiempo, me senti fatal, y sobre todo me sento fatal su reacción, por no entenderme... pero era la mejor decisión sin duda en ese momento.
Pero aun no llego la guinda del pastel de lo peor, en ese mismo mes ocurrió algo que superaría sin duda alguna, cualquier pena anterior.
La muerte de mi abuela, de mi segunda madre, la que me dio todo y de todo desde mi niñez, mi ángel de la guarda, una de las personas más importantes de mi vida, un sábado por la mañana, en la habitación de al lado
la muerte paso lista en mi casa y se llevo una parte de mi vida, que siempre la tendré presente y que siempre la echare de menos más que a nadie en este mundo...

                

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