Perdonen la tristeza...

Como en todas las historias de amor todo tiene un antes y un después, y el después, normalmente con lleva sufrir... Tras duros golpes en ese verano del 2009, la rotura el fallecimiento de un ser querido, me dejaron el corazón con latidos tan débiles, que dolía tanto el recuerdo que lo evitaba constantemente pero siempre me acababa encontrando.
Cada lugar cada momento me hacia pensar en todo aquello...
todo me entristecía, lo mas ingrato es que solo derrame un par de lagrimas en un solo día, un estallido, del que yo mismo me sorprendí , yo y mi corazón de hielo mi dureza de persona, se estaban viniendo a bajo con  toda la tristeza del momento...
cada día me despertaba con añoranza sin ninguna alegría, veía tan oscuro todo que hasta encontrarle una salida era casi imposible.
Cada lugar me recordaba a ella, cada canción, todo eso y más me transmitía una sobredosis de nostalgia que me hacía eternos los días. Necesitaba cambios, necesitaba encontrar a otra persona que me hiciese sentir esa sensación de sentirse querido, pero yo ya no era el mismo nada era lo mismo e iba ser tarea difícil...
mi corazón estaba tan roto por dentro, mi alma tan destrozada, que mi única ilusión era tener una esperanza de que algún día este dolor desapareciese.